Prácticas de autocuidado y apoyo social familiar en personas que acuden a la Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Control de la Tuberculosis. Chiclayo, 2024

Abstract

Objetivo: Determinar la asociación de las prácticas de autocuidado y el apoyo social familiar en personas atendidas en la “Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Control de la Tuberculosis” en cuatro Centros de Salud en Chiclayo, en septiembre del 2024. Método: Investigación correlacional y transversal, desarrollada en una población de 53 personas. Se aplicó instrumentos válidos y confiables. Para medir las prácticas de autocuidado, se utilizó un cuestionario tipo Likert, y para medir el apoyo social familiar, la Escala sociofamiliar de Gijón. Resultados: El 81,13% de pacientes presentan un nivel de autocuidado regular, el 11,32% muestran un nivel bueno y 7,55% presentan un nivel deficiente. El 54,72% presentan un nivel intermedio de riesgo social familiar, el 33,96% tienen un riesgo bajo, y el 11,32% presentan un riesgo elevado. Conclusión: Los resultados indican que existe una correlación negativa moderada entre las prácticas de autocuidado y el nivel de riesgo social familiar en personas con esta enfermedad. Esto indica que, si el nivel de riesgo social familiar es elevado, las prácticas de autocuidado son deficientes. Mientras que cuando el riesgo social es bajo, las prácticas de autocuidado tienden a mejorar.

Objective: To determine the association between self-care practices and family social support in people attending the National Health Strategy for the Prevention and Control of Tuberculosis in four Health Centers in Chiclayo, in September 2024. Method: Correlational and cross-sectional research, developed in a population of 53 people, to whom valid and reliable instruments were applied. To measure self-care practices, a Likert-type questionnaire was used, and to measure family social support, the Gijón Socio-Family Scale was used. Results: 81.13% of patients presented a regular level of self-care, 11.32% showed a good level, and 7.55% presented a poor level. 54.72% presented an intermediate level of family social risk, 33.96% had a low risk, and 11.32% presented a high risk. Conclusion: The results indicate a moderate negative correlation between self-care practices and family social risk levels in people with this disease. This indicates that if family social risk levels are high, self-care practices are poor. Whereas, when social risk is low, self-care practices tend to improve.