Propuesta de programa de estrategias metodológicas para mejorar la práctica docente en la Facultad de Odontología de la Universidad Privada Alas Peruanas Filial Chiclayo Región Lambayeque 2015.
Fecha
2019-12-28Autor
Noa Bendezu, Fraxides
Pardo Rodríguez, Dorling
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
En el contexto de la educación superior Lambayecana, un gran reto es contar con un
equipo de docentes bien preparados, tanto a nivel de su disciplina de estudio y
especialización, como a nivel de competencias pedagógicas necesarias para
generar aprendizajes significativos y pertinentes. Las iniciativas de formación
docente repiten, en la mayoría de los casos, una enseñanza tradicional, basada en
cursos teóricos que dejan a la suerte de cada profesor articular las teorías
ampliamente difundidas en sus programas de estudio con su práctica pedagógica,
cuando se atreven a hacerlo. De manera general, los programas de formación de los
docentes en servicio en Lambayeque, a nivel universitario, se centran mayormente
en planificar e impartir cursos puntuales. Los profesores asisten, conocen nuevas
teorías y metodologías, y muy raramente son acompañados en un proceso de
innovación pedagógica o implementación de las nuevas metodologías o enfoques de
enseñanza. Los cursos son impartidos, y cada quien sigue haciendo en el aula de
clases lo que bien entiende, o lo que mejor le parece para promover el aprendizaje
de los estudiantes. Parece que se pierde de vista que los procesos de aprendizaje,
de cambio de paradigmas y de saber hacer, son construidos de manera individual
por el sujeto que aprende - en este caso, el docente-, con el apoyo y
acompañamiento de especialistas o de sus pares, un principio clave del enfoque
socio constructivista del aprendizaje. Pregonamos el constructivismo en nuestras
aulas de clase, pero no nos percatamos que estamos promoviendo un enfoque
educativo bancario cuando se trata de formar a los formadores. A todas luces, hay
una contradicción.
El desarrollo profesional de los profesores debe estar basado en un proceso
formativo que promueva un acompañamiento y soporte sistemático. Aunado a ello,
debe incentivar la reflexión sobre su práctica educativa enfocada a su mejora
continua, para que él mismo pueda definir qué competencias docentes debe seguir
desarrollando, y qué debe hacer para lograr mayor eficacia en su tarea de enseñar.
Lo anterior nos debe llevar a preguntar en qué medida ha impactado el modelo de
formación tradicional en la mejora de la docencia, qué tipo de cambios en las
creencias y concepciones pedagógicas de los profesores ha logrado generar, y si ha
logrado promover nuevas prácticas pedagógicas, más centradas en el estudiante
que aprende y en las El desarrollo de la práctica reflexiva sobre el quehacer docente,
Este modelo de formación docente no ha logrado desarrollar las competencias
pedagógicas requeridas a los profesores, frente a los grandes desafíos educativos
de la Universidad actual. Diversos académicos dedicados a la formación docente
critican fuertemente el modelo de formación permanente basada en una serie de
cursos diseñados por otros, sin tomar en cuenta las necesidades y solicitudes reales
de los profesores que serán formados. Afirman que este modelo no funciona, salvo
casos en que se planifica un acompañamiento al profesor en su práctica docente,
durante o posterior a los cursos, generando así un proceso sistemático de reflexión
de la acción educativa que puede llevar a cambios de paradigmas.